El aprendizaje colaborativo hace referencia a la enseñanza en grupos y al hecho de que el grupo intenta lograr resultados en equipo y no sobresalir de manera individual. En las clases colaborativas, los profesores comparten la autoridad con los estudiantes, a diferencia de las clases más tradicionales, en las que el profesor es principalmente, sino totalmente, el responsable del aprendizaje de sus alumnos, definiendo los objetivos del aprendizaje o de las unidades temáticas, diseñando las tareas de aprendizaje y evaluando lo que se ha aprendido por parte de los alumnos.
En este modelo de colaboración, los profesores motivan a sus estudiantes a definir los objetivos específicos dentro de la temática que se está enseñando, brindando opciones para actividades y tareas que logren atraer la atención de los alumnos, animándolos a evaluar lo que han aprendido. De igual manera, se asegura que los estudiantes compartan su conocimiento y sus estrategias de aprendizaje, tratando así a los demás con respeto y enfocándose en altos niveles de entendimiento.
Reseña Histórica

Los ancestros se sitúan en el movimiento humanista francés del siglo XVI que conducen, tras un complejo camino, a la enseñanza mutua de Pestalozzi, que es el primer paso de la cooperación intra-aula. Tras una reflexión sobre los movimientos post-roussonianos y con los inicios de la Psicología científica de finales del XIX se desemboca en el funcionalismo de Dewey y de ahí, pasando por las aportaciones de la psicología social de mediados del siglo XX, a la concepción actual del aprendizaje cooperativo. Un último momento histórico se augura para un futuro efectivo, eficiente y esperanzado de la cooperación y de los métodos de aprendizaje cooperativo y es el determinado por la integración, en un sistema único, de las teorías de Piaget y Vygotsky.
Autor: Profa. Diorkis Giménez
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